viernes, 15 de febrero de 2008

El verdadero lugar.

Todo cuanto existe en este universo tiene un lugar, un motivo, un sentido. Todo se rige por esta ley, siendo así que todo en la naturaleza tiene un lugar y un orden. El viento se encarga de recorrer todo el mundo ofreciéndonos aire limpio y puro, lluvia, brisa, suspiros y poemas dichos en suspiros. El sol se encarga de dar luz, de pintar al hombre un cuadro hermoso para que así pueda observar todo cuanto existe sobre la tierra, da calor que sirve para que todos podamos desarrollarnos y así alcanzar lo que todos deberíamos alcanzar; la felicidad.

Pero entre todas las cosas que habitan este mundo de orden y armonía, hay una que tiene la capacidad de no cumplir con su función, pues tiene razón, y esta razón le da un cierto sentido de libertad. Esa cosa es el hombre cuya función en la vida es ser feliz. El hombre vino a nada más que ser feliz pero al tener capacidad de decisión, a veces no decide la felicidad y escoge vivir el odio, la tristeza, la miseria.

Y esto es lo que ha ocasionado que la realidad en que vivimos sea como es ahora mismo. La realidad que vivimos ahora mismo es que compartimos el planeta con miles de millones de personas que sufren día con día que no tienen lo necesario para poder ser felices plenamente. Esto es que les falta comer bien, esto es que les falta la energía vital para poder jugar, estudiar o trabajar, les faltan maestros que los guíen y les enseñen cómo poder ser cada vez mejores personas, les falta seguridad, esto es que viven cada instante de vida con miedo y temor. Y son tantos los que viven así, que son muchísimas veces más que las estrellas que podemos contar en el cielo cuando es de noche.

Vivir en un mundo lleno de gente que sufre la miseria, el hambre y la tristeza, nos pone a nosotros en un grave dilema. Al vivir en un mundo tan lleno de caos, el lugar que por naturaleza nos toca es estar constantemente trabajando para que cada vez sean menos lo que sufran. Todo tiene un motivo, un sentido, un lugar, y mientras estemos dentro de ése lugar, seremos felices. Pero el hombre es muchas veces débil, muchas veces ignorante, y fácilmente se pierde. Fácilmente podemos salirnos de ESE LUGAR y es cuándo más perdidos nos sentimos. Cuando un hombre no está en el lugar que le corresponde, su alma empieza a llenarse de pesar, y sufre. Y es cuando muchas veces parece que no tenemos un motivo para vivir y nos sentimos terriblemente perdidos, e intentamos hacer muchas otras cosas que nos provocan placer momentáneo, pero después, después siempre viene ese malestar.

Y es que el lugar por excelencia del hombre es el amor a todas las personas, ¿pero cómo es amar a todas las personas? Pues amar a todas las personas es encontrar nuestra felicidad en la felicidad de todos los demás. ¿Entonces qué es lo que debemos hacer hoy en día para poder ser verdaderamente felices y poder sonreír cada instante de nuestras vidas? Pues muy fácil, dedicar nuestra vida para que en el mundo no exista nadie que no pueda ser feliz. Así y sólo así podremos sentir nuestra alma siempre llena, y una sonrisa en nuestros labios, aún cuando nos toque llorar.

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